jueves, 28 de febrero de 2019

AMNESIA

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas. ¿Cómo diablos se llamaba aquella cosa que refulgía entre la basura? Era un objeto común; precisamente llevaba uno puesto sobre su rostro, apoyado con dos pequeñas pestañas sobre la nariz, a través del cual contemplaban el mundo sus ojos cansados. Un escalofrío sacudió al anciano. Alarmaba comprobar cómo la memoria se resquebrajaba. Y era paradójico que el viejo se sintiera asustado, pues había reconstruido su vida sobre una amnesia deliberada. ¿Cómo se llamaba aquella cosa? Y recordó que había confiscado miles de ellas a las personas que descendían de los trenes, antes de ordenar que se desnudaran, en Dachau.

Microrrelato ganador del III Certamen de microrrelatos históricos Francisco Gijón.

2 comentarios:

  1. Es muy bueno. Y puede ser muy cierto, estos enfermos olvidan el día a día pero reviven el pasado lejano, sea el que sea este.

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