La editorial argentina "Las musas despiertas" ha incluido en la antología "Los escritores dicen" mi microrrelato
GRUPO DE AUTOAYUDA
Mi psiquiatra me recomendó que para tratar mis ataques de ira y apaciguar mi odio sempiterno, sería una buena terapia que me apuntase a un grupo de autoayuda. Reconozco que era escéptico porque soy un misántropo, pero lo cierto es que tenía razón y que no puedo estar más satisfecho. Me desfogo en el grupo de autoayuda y eso redunda en un aumento de mi tolerancia a la frustración en el resto de mis actividades cotidianas.
En el grupo de autoayuda seguimos la agenda judicial y nos reunimos frente a los Juzgados a injuriar a directivos de banca malversadores, a folklóricas procesadas por defraudar a Hacienda o, directamente, a insultar a los Jueces cuando dictan sentencias que no nos gustan. Si los encausados son pederastas, violadores y asesinos; disfrutamos de lo lindo enfrentándonos a la policía, pateanto los furgones en los que traen a los detenidos y tratando de lincharlos o, al menos, colarles algún puñetazo mientras los introducen en el Palacio de Justicia. Pero lo mejor lo reservamos para los domingos, cuando acudimos a partidos de fútbol infantil a apedrear a los árbitros y a partirnos la cara con los padres de las criaturas.
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